lunes, 12 de agosto de 2013

El Principio

Cenizas a las cenizas

Para entenderlo debes abrir la mente, creer en el principio. Donde empieza todo. Hay que remontarse a la verdadera historia, aunque no sea la que conocemos. Todo está ligado al principio.


EL PRINCIPIO: ELEMENTOS

Esta es la verdadera historia. Nunca estás sólo. Nunca.

Creemos en lo real, sólo en lo que creemos real, y al mismo tiempo creemos. Nadie hasta ahora quiso contarlo, nadie habla. Los conocedores han sido obligados a callar, deben guardar el secreto o serán castigados. Pero ha llegado el momento. 

El Destino ha cometido un error y ellos van a aprovecharlo. Será ahora o nunca. El problema es el cómo. Hay demasiados, en todas partes.

Pero antes de empezar la guerra, siempre hay una pequeña brisa que enmudece la calma. Las nubes blancas antes de la oscuridad de la tormenta. El calor brillante antes de un huracán. El Principio.

Todo empieza por una razón. Para ella fue una noche cualquiera, aún piensa en ello, en cómo pasó tanto tiempo sin darse cuenta de que siempre estuvo a a su lado. Si lo hubiera sabido habría aprovechado cada instante. Pero no es momento para lamentarse, es cuestión de deber. 

Hizo una promesa en el momento adecuado y ahora, en sus momentos finales, debe cumplirla. 

Cerrando los ojos recuerda sus manos, juntas. Imágenes que inundan su mente como flashes. La hacen sonreír y sollozar. Los recuerdos siempre son así, te pertenecen y martirizan por igual.

Tomó la llave y la caja y las colocó en la mesa frente a ella. Se sentó lentamente, como disfrutando del final. Miró de nuevo sus manos, y volvió a recordar. Ya no eran como entonces, firmes, jóvenes, unidas. Ahora la edad la delataba. Ya no eran firmes, ni jóvenes. Ni unidas. Las suyas ya no estaban.

Respiró profundamente. Una leve sonrisa se deslizo en sus labios. Volver a verte, pensó. Respiró de nuevo, más lento y tan profundo. Volver a verte.



Prólogo

"Toda su existencia esta ligada a ella. Aún podía recordar la primera vez que la vio, como si fuera ayer, y ya había pasado tanto tiempo. Tantas veces que no pudo aguantar verla llorar, perdida. Tantas veces que perdía el control, se dejaba llevar, se dejaba ver. 

Temía que perdiera la razón por su momentánea estupidez. Ocurría en unos segundos y volvía la cordura. La mayor parte de las veces se arreglaba de una forma u otra. Otras veces la evidencia se escondía culpándola a ella, haciéndole ver que era un sueño, que no era real, que su mente jugaba con ella.

No podía evitarlo, estaba tan atado a ella, a todo su ser. Se lo habían advertido, pero no pudo evitarlo. Pocas veces ocurría, si no nunca, tener sentimientos hacia El Portador. No podía contárselo a nadie. Vivía esperando que se desvaneciera. 

A veces se preguntaba si ella lo sentía, allí a su lado, siempre. No podría abandonarla aunque quisiera, nunca. No se libraría jamás de su calvario, ni de su recompensa. 

Nunca.

Siempre. "

domingo, 11 de agosto de 2013

Prólogo

"Esa noche algo le rondaba la mente. Un escalofrío, un presentimiento. Algo le decía que pronto cambiaría todo. 

Desde siempre había tenido ese tipo de sentimientos que llegaban de la nada. Como si le apretase el corazón dentro del pecho, como un pulso en el estómago. Aunque nunca supo explicar de donde venían, ni que significaban.

Esa sería la noche donde empezaría a recordar los porqués. Había llegado el momento de que la verdad no pudiera esconderse más. 

El secreto sería desvelado..,  poco a poco..."

viernes, 9 de agosto de 2013